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Quico El Hombre Lobo ( Vida y Pensamientos)

Los años que tengo !!!!!!

Los años que tengo !!!!!!

Mañana es la única utopía 

 

Frecuentemente me preguntan que cuántos años tengo... 
¡Qué importa eso!. 
Tengo la edad que quiero y siento. 
La edad en que puedo gritar sin miedo lo que pienso. 
Hacer lo que deseo, sin miedo al fracaso, o lo desconocido. 
Tengo la experiencia de los años vividos y la fuerza de la 
convicción de mis deseos. 
¡Qué importa cuántos años tengo!. 
No quiero pensar en ello. 
Unos dicen que ya soy viejo y otros que estoy en el apogeo. 
Pero no es la edad que tengo, ni lo que la gente dice, 

sino lo que mi corazón siente y mi cerebro dicte. 
Tengo los años necesarios para gritar lo que pienso, 

para hacer lo que quiero, para reconocer yerros viejos, 
rectificar caminos y atesorar éxitos. 
Ahora no tienen por qué decir: Eres muy joven, no lo lograrás. 
Tengo la edad en que las cosas se miran con más calma, 

pero con el interés de seguir creciendo. 
Tengo los años en que los sueños se empiezan a acariciar con los dedos, 

y las ilusiones se convierten en esperanza. 
Tengo los años en que el amor, a veces es una loca llamarada, 

ansiosa  de consumirse en el fuego de una pasión deseada. 
Y otras en un remanso de paz, como el atardecer en la playa. 
¿Qué cuántos años tengo? No necesito con un número marcar, 

pues mis anhelos alcanzados, mis triunfos obtenidos, 
las lágrimas que por  el camino derramé al ver mis ilusiones rotas... 
valen mucho más que eso. 
¡Qué importa si cumplo veinte, cuarenta, o sesenta!. 
Lo que importa es la edad que siento. 
Tengo los años que necesito para vivir libre y sin miedos. 
Para seguir sin temor por el sendero, pues llevo conmigo la experiencia adquirida y la fuerza de mis anhelos. 
¿Qué cuantos años tengo? ¡Eso a quién le importa!. 
Tengo los años necesarios para perder el miedo y hacer lo que quiero y siento. 
por  Jose Saramago

Thich Nhat Hanh, un filósofo y monje budista vietnamita, escribió sobre cómo disfrutar una buena taza de té.
Debemos estar completamente atentos al presente, para disfrutar de una taza de té.

Sólo siendo conscientes del presente, nuestras manos sentirán el calor de la taza. Sólo en el presente, aspiraremos el aroma del té, saborearemos su dulzura, y llegaremos a apreciar su exquisitez.

Si estamos obsesionados por el pasado o preocupados por el futuro, dejaremos escapar la oportunidad de disfrutar de una buena taza de té.

Cuando miremos el interior de la taza, su contenido ya habrá desaparecido.
Con la vida ocurre lo mismo.
Si estamos obsesionados por el pasado o preocupados por el futuro, dejaremos escapar la oportunidad de disfrutar de una buena taza de té.

Aprender a vivir plenamente el presente es vivir .. de lo contrario..la vida se nos habrá escapado.
Habremos perdido sus sensaciones, su aroma, su exquisitez y su belleza, y sentiremos que ha transcurrido a toda velocidad.
El pasado ya ha pasado.
Aprendamos de él y dejémoslo atrás. 
El futuro ni tan siquiera ha llegado.
Hagamos planes para el futuro, pero no perdamos tiempo pre-ocupándonos por él.

Pre-ocuparse no sirve de nada.
Olvidándonos de ello estaremos EN EL PRESENTE y sólo entonces empezamos a experimentar la alegría de vivir....
junto a una exquisita taza de té

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