Cuando por las noches, dormida en mi cama,
Libre de mi cuerpo, mi espíritu vuela…
Regreso a mi mundo, mi autentico mundo,
A mi bosque mágico y vuelvo a ser hada…
Allí me rodean pronto mis hermanas,
Arboles que hablan, y seres alados,
Gnomos, duendes, elfos, ondinas y trasgos.
Blancos unicornios con sus largas crines
Que recorren libres las verdes praderas…
Sagrada es la tierra para nuestro pueblo,
Que son encargados de velar por ella.
Montañas y valles, bosques y senderos…
Ríos, arroyuelos, y hasta los estanques…
Todo es custodiado, con amor y esmero.
Los búhos, los pájaros,
los ciervos y ardillas, hurones, conejos...
Ranas, mariposas, hormigas y grillos...
zorros, abejas, y todo ser vivo esta protegido…
Se cuidan las flores, la hierba.
los arboles…
Es ardua tarea que nunca termina,
Solo cambia el ritmo en cada estación.
Y en pleno verano con sus largas noches
Con la luz de luna, se ilumina todo,
entonces danzamos alegres, risueñas.
La música suena hasta entrada el alba.
Cuando de repente al clarear el día…
me encuentro en mi cama.
Los ojos abiertos, mi espíritu en calma…
De día mujer, por las noches hada…
Era una especie de enfermedad triste,
de tristeza enferma,
en la que llega un momento en que
ya no puedes sentirte peor.
Creo que sabes lo que quiero decir.
Creo que todo el mundo siente
eso de vez en cuando.
Pero yo lo he sentido muy a menudo,
demasiado a menudo.
Controlando el reloj solo conseguirás ser esclavo del tiempo.
Seamos agradecidos.
El mayor error de una caída es quedarse en el suelo,
si te levantas ya tienes una batalla ganada
La vida es un sueño,
el despertar es lo que nos mata.
Virginia Woolf
Ella tenía una mirada tan vacía,
tan oscura,
la mire fijamente y me perdí
en un mar sombrío de melancolía,
supe que su mundo era un infierno de sufrimientos,
naufrague en una tristeza profunda y atrayente,
fui uno con ella
y sus derrotas y decepciones
se adueñaron de mi,
viví en carne propia su infierno
con tan solo mirarla…
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