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Quico El Hombre Lobo ( Vida y Pensamientos)

Vivir hoy dia......no dejarlo para mañana

Vivir hoy dia......no dejarlo para mañana

Con la velocidad arañando los 130 km por hora, Carlos se dirigía a su hogar, pero una tempestuosa lluvia cubrió parcialmente su visión. De pronto, en un abrir y cerrar de ojos, se vio frente a una gran puerta. Sorprendido por el cambio, trata de encontrar una explicacióna, sin embargo la realidad era evidente: había muerto. Carlos se decía: “¿Por qué ahora? Tenía tantas cosas por hacer, aún no he terminado con mis planes”. Mientras estaba desconsolado, aparece alguien llamado Sabiduría y le pregunta el porqué de su tristeza. Carlos le responde: “Es que acabo de morir y ahora me doy cuenta del tiempo malgastado y por más que clame, no puedo regresar”. Luego comienza un diálogo entre ambos:
-Sabiduría: ¿Qué tenías que hacer?
-Carlos: Tenía que decirle a mi esposa, a mis padres, a mis hijos, mis hermanos, en fin a todos, que los quiero.
-Sabiduría: Tuviste más de 40 años para haberlo dicho. Recuerda cuando tu padre estaba enfermo y tú, enfadado con él, preferiste ignorarlo. En ese momento él anhelaba de ti un te quiero. Recuerda que tu mujer te esperaba despierta y tú llegabas a dormir y ella suspiraba por una caricia.
-Carlos: También tenía que arreglar mis diferencias con mi hermana y con Freddy, mi amigo.
-Sabiduría: Pero ellos te buscaron para pedirte perdón y tú te ocultabas, porque el orgullo dominaba tu vida.
-Carlos: Tenía que contemplar el amanecer, disfrutar del viento, mirar la luna, tenía…
-Sabiduría: Cuántos amaneceres tocaron a tu ventana y tú preferías cerrar los ojos; cuántas veces el cielo vistió sus mejores galas y ni siquiera lo mirabas.
-Carlos: Debía dar de comer a un niño hambriento y consolar a un anciano.
-Sabiduría: ¿Acaso te olvidas de los niños que te extendían la mano, o del anciano que estaba en la plaza con la mirada perdida en la soledad de su miseria?
-Carlos: Debía ayudar a un compañero de trabajo… justamente ahora iba a ayudarlo.
-Sabiduría: Carlos, hace un mes que estaba pidiendo ayuda, pero estabas ocupado.
-Carlos: Tenía que pasar tiempo con mis hijos, hacerlos sentir importantes.
-Sabiduría: Ellos siempre te esperaban para estar contigo, pero siempre tenías que trabajar o salir a alguna reunión.
Pasó casi todo un día en el que ambos conversaban, hasta que Carlos, con un gemido contenido en el alma, lanzó un grito de desesperación y de pronto abrió los ojos y se dio cuenta que todo había sido un sueño. A partir de ese momento, Carlos comenzó a vivir de nuevo. Esta vez fue sólo un sueño, ¿pero si hubiera sido realidad?

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