La rutina y la apatia

La rutina y la apatía son las grandes enemigas de la felicidad. Muchas
veces, sin darnos cuenta, nos abandonamos a ellas y cerramos nuestro
entendimiento y nuestra emoción ante toda la maravilla que nos depara la
vida. Se agota la curiosidad y la imaginación y nos abocamos a las tareas
diarias sin impregnarlas de esa dosis de asombro, que es la que nos permite
transformar nuestros días y encontrar en cada uno de ellos, algo nuevo porqué vivir.

La costumbre, la comodidad, nos impide cultivar nuevas inquietudes.
Persistimos en aficiones que nos son desagradables porque tenemos miedo delcambio. Los niños son nuestros maestros en estas lides; ellos no se cansa
de imaginar, de recrear las situaciones, de aprender cosas nuevas.

La satisfacción que nos da aprender algo nuevo nos incentivará a continuar
en el camino del aprendizaje. Los libros están llenos de vida, de viajes ,
de aventuras y están allí esperándonos con sus páginas abiertas a nuestra
curiosidad. Cada lectura abrirá la posibilidad de conocer otros mundos,
otros vidas y nos llevará de la mano por caminos fascinantes, donde no hay
tiempo ni posibilidad de aburrirnos.

Necesitamos abrir nuestros oídos a la palabras de los demás, ser un buen
escucha nos beneficiará más que ser un buen conversador. Aprendamos a
escuchar; aún de la persona más humilde tenemos mucho que aprender.

Centremos nuestra atención en aquello que se nos dice, no nos adelantemos
con falsos juicios acerca de lo aburrida que es la otra persona, situémonos
en una actitud de disfrute, sin apuros, con la convicción de que ese
tiempo,que muchas veces creemos perdido, regresará a nosotros convertido en Enseñanzas, en conocimientos.
Los que verdaderamente gozan de la vida son aquellos que saben transformar en pequeños placeres, la vida diaria.
Para ellos, cada día amanece con nuevas inquietudes, con promesas de asombro y de felicidad.
Ellos no tienen tiempo, ni deseos de aburrirse.
Gracias a Sarakali